El poder seducir a una mujer es como jugar en un laboratorio de química  si sabes mezclar adecuadamente los compuestos podrías descubrir como transformar el agua en petróleo, pero de hacerlo en forma equivocada podrías generar una explosión bastante desagradable.
No necesitas mucho conocimiento, tan sólo necesitas medir exactamente la cantidad adecuada de los dos ingredientes que harán que puedas seducir a cualquier mujer: Confianza y Sorpresa.
Ahora, ¿Qué papel juegan estos elementos en la mujer? Empecemos analizando por separado y luego veamos su efecto una vez que los mezclemos todo.
Confianza
No importa si la acabas de conocer o llevan una vida juntos, la confianza es clave para que la seducción funcione.
Una de las principales características que busca una mujer en un hombre es la seguridad, en todos los sentidos. ¿Alguna vez te has preguntado por que las mujeres a veces se dejan llevar por el dinero? o ¿por que prefieren a los chicos “malos”? Por más ilógico que suene lo anterior todo se traduce en que interpretan la posición económica como una forma de seguridad donde saben que no les faltará nada, y los chicos malos generalmente son hombres con decisiones firmes, a veces muy ilógicas, pero firmes lo cual también se traduce en una forma de seguridad en sus actitudes.
Pero para que se de la seducción no sólo necesitas tener mucho dinero o ser un rebelde sin causa, puedes transmitirle ese sentimiento de seguridad de otras muchas formas. Si ve en ti una persona fiable, que sabe lo que quiere y firme en sus decisiones, entonces ya tienes un paso ganado, ahora tan sólo necesitas enfocar esa seguridad de forma que te sirva como plataforma para seducirla, aquí es donde entra lo complicado.
No sólo necesitas ser un hombre seguro de si mismo, si no, necesitas ser un hombre donde ella se sienta segura de ser ella misma. Ten MUCHO cuidado por que la línea entre “puedo ser yo misma y sacar mis más profundas pasiones contigo” y “puedo ser yo misma contigo como si fueras una de mis mejores amigas” es muy delicada, intenta no cruzarla.
La diferencia sutil entre ambas situaciones es, ¿Te cuenta sus secretos? o ¿te cuenta sus problemas?. Hazte notar como alguien en quien puede confiar y ser ella misma sacando su “lado oscuro” pero no un hombro para llorar.
Si estas en una relación estable, esto quizás ya no aplique del todo pues ella ya te ha validado como un hombre en quien puede tener seguridad, pero en este caso, lo único que debes fomentar es el hecho de que en la intimidad ella puede sacar sus deseos y tu no juzgarás ni criticarás nada, estas abierto a todo.
Todo lo anterior es sumamente importante para la seducción pues ella debe sentirse segura de estar contigo. Es como si te transformarás en un colchón donde ella puede hacer toda clase de pirueta y no le pasará nada, pues esta en terreno conocido, o al menos eso es lo que ella cree. Aquí es donde entra el segundo factor.
Sorpresa
La confianza que transmites debe tener un limite, cuyo limite debe estar marcado por la sorpresa. Ella debe sentirse segura pero sin saber que pasará luego.
Si has logrado equilibrar el elemento de la seguridad bien, entonces no tendrás tanto problema en mezclarlo con el elemento de la sorpresa. La seguridad es la clave entre lograr ser su amante o su amigo.
La sorpresa tan sólo te dará la oportunidad de dar ese paso extra y lograr crear ilusiones, pensamientos y excitación en su mente.
Muchos hombres creo que han mal interpretado la idea de Disney del príncipe azul, una mujer no quiere un caballero que llegue a rescatarlas de la torre, en el fondo eso no les gusta, les aburre, lo que realmente quieren es el elemento de la sorpresa.
Si vuelves a ver las películas de Disney de princesas notarás que en ninguna de esas películas las princesas querían encontrar a su príncipe azul, ni casarse, ni vivir en un castillo, ellas tan sólo querían la aventura y ser ellas mismas, pero por “SORPRESA” apareció el príncipe que les cambio toda la historia.
No conozco a una mujer que no le guste tener todo bajo control dentro de sus posibilidades, aunque digan que no, y en el momento en que un hombre llega de “sorpresa” a su vida, les cambia todo.
La seducción es eso, hacer pensar a la mujer que tiene todo controlado y cuando menos se lo espera algo excitante y emocionante le pasará, y tu eres el hombre que causará eso.
Cuando hablamos de sorpresas OLVÍDATE, de regalarle flores, chocolates o ese tipo de detalles. Es cierto que a las mujeres les gustan, pero no es el tipo de sorpresas que buscan en la seducción.
Entonces, ¿Que sorpresas buscan? Cualquiera que no sea predecible, así de sencillo. Las anteriores son cosas típicas y tradicionales que cualquier hombre haría, olvídate de eso. A menos que estÉs en una relación y seas de los hombres que jamás regala ese tipo de cosas, como yo, y el hacerlo es una gran sorpresa. Pero si ese no es el caso, entonces ponte a pensar un poco más en que podrías hacer que no se espere.
A veces no se requiere mucho, puede ser algo tan sencillo como tomarla de la mano o llevarla a una sex shop en su primera cita. Cualquiera de las dos que hagas recuerda la seguridad, inclusive si te pone cara de “¿Que haces?”, demuestra tu seguridad y sigue con el plan, al final, es tu seguridad lo que ayudará en esta situación.
Si demuestras seguridad de tus actos, entonces lo que pasará en su mente es que empezará a imaginar cosas, y si has demostrado ser una persona en quien puede confiar entonces te jugará a tu favor.
Imagina que la llevas a una sex shop en su primera cita, lo primero que pasará por su mente puede ser: “Este tipo esta loco me quiere violar, como se le ocurre traerme aquí si apenas lo conozco, no me siento segura, necesito escapar” ó “Este tipo esta loco, pero me siento segura con él, ¿me pregunto que pasará luego?¿qué tal si usamos ese juguete de la esquina?”
¿Cual quieres que sea el pensamiento de ella? Depende de la seguridad que le demuestres.
A modo de conclusión te contaré una historia que me paso a mí es que hace años. Conocí a una chica en un bar, y durante la platica hizo un movimiento para alcanzar su copa de la barra y en ese momento se le desabrocho un botón de su blusa y se le podía ver todo su bra a lo que yo dije con mucha seguridad, “¿A poco ya te estas desnudando? Pensaba hacerlo más al rato pero te adelantaste” Esto se lo dije en un momento donde ella jamás lo esperaba, pues hablábamos de trabajo, y con una seguridad en mi mismo que la desconcertó totalmente, el resto de la historia ya podrás imaginar como acabo.