En el último artículo hablamos de la importancia de la mirada para conquistar a una mujer desde un primer contacto. En esta ocasión hablaré un poco sobre las miradas estando en una relación estable, principalmente durante el sexo.
Anteriormente mencionaba que una mirada es capaz de decir más de mil palabras, pero cuando estás en una relación estable no sólo dirá palabras, una mirada entre parejas es capaz de pedir favores, echar cumplidos, contar historias, recordarte a tu madre cuando metiste la pata y la que todos ya conocemos, el famoso: “espera a que lleguemos a casa”
Pero una mirada no tiene por que ser totalmente mala, las miradas son sumamente benéficas a la relación, sobre todo a la hora del sexo.
Aquí 4 ventajas:

  1. Conecta con tu pareja. Las miradas es la forma más sencilla pero más efectiva de lenguaje no verbal, ayuda a transmitir todos esos sentimientos que quizás no los dices tan seguido como deberías.  La mejor manera de llevar la intimidad a la relación es a través de las miradas.
  2. Conócete a ti mismo.  Es curioso como algo tan sencillo como una mirada puede decir tanto, sobretodo de nosotros mismos. Si te sientes incómodo al compartir miradas durante el sexo, pregúntate ¿Por qué? ¿Qué causa esa incomodidad? ¿No te sientes conforme con tu físico? ¿Con tu desempeño? Es un trabajo de introspección a través de los ojos de tu pareja. Con algo tan sencillo como esto conocerás más de ti de lo que te imaginas.
  3. Manda mensajes sin hablar. Las miradas es una forma de ver si tu pareja se siente bien o no. Además, no sólo enviarás mensajes, también los recibirás. Durante el sexo es de suma importancia tener retroalimentación de lo que está pasando. Para ver si tu pareja realmente lo está disfrutando a veces hace falta sólo una mirada de su parte.
  4. Te da un estado de vulnerabilidad. Las miradas pueden llegar a ser tan poderosas que te sientas indefenso o que sientas que quizás la otra persona pueda llegar a ver más de lo que te gustaría. Esto está bien,  estar en estos niveles de vulnerabilidad es lo que realmente hace que las relaciones se vuelvan más profundas.

Los puntos anteriores demuestran la importancia de las miradas con tu pareja sin embargo, no estoy diciendo que tengas que tenerlo todo el tiempo o cada vez que tengan sexo. Esto debe ser natural y debe ajustarse a que tan cómodo te sientas con este tema de las miradas. Ahora, si estás interesado en sacar lo mejor de las miradas durante el sexo entonces lee lo siguiente:

  • Durante el sexo, si piensas hacerle un cumplido con respecto a su apariencia u otra cualidad, entonces hazla mirándola a los ojos.
  • Propongan como juego intentar tener relaciones sin hablar y decirse todo únicamente con la mirada.  Intenta pedirle a tu pareja que se ponga de perrito únicamente con los ojos, te aseguro que no es nada fácil, pero si muy divertido.
  • Otro juego que pueden hacer es tener sexo sin quitarse los ojos de encima. Todo un reto para las posiciones donde ella te da la espalda.
  • Lo más importante es naturalidad. La mirada que mantengas con tu pareja durante el sexo debe ser natural y casual, no necesitas tener la mirada fija sobre ella todo el tiempo. En los momentos más intensos intenta mirarla a los ojos, y si ella los tiene cerrados pídele amablemente que los abra. Lo importante aquí es que la mirada sea un momento especial y no forzar la situación.
  • Mírala pero no la observes. Las miradas pueden generar un cierto grado de inconformidad ya que generalmente no estamos acostumbrados a ser observados, mucho menos en el sexo.  Si vas a mirar a tu pareja intenta que tu mirada sea lo más amigable posible, de forma que no interrumpa el momento. ¿Recuerdas que en el artículo anterior mencionábamos que acompañaras tu mirada con una sonrisa? Pues aquí igual, si vas a ver a tu pareja durante el sexo intenta que sea una mirada de aceptación y felicidad. Esto ayudará al momento.

Por último recuerda que lo más importante de la mirada es transmitir tus sentimientos hacia tu pareja, no reserves este momento únicamente para cuando tengan sexo. Intenta mirarla a los ojos y decirle como te sientes sin expresar una palabra en el día a día. No importa cuanto tiempo lleven en la relación una mirada siempre dirá mucho más que cualquier palabra.