Siempre he dicho que el juguete erótico más básico es el lubricante, de hecho escribí un artículo referente a este tema. Pero hay otra opción que puedes usar que es inclusive más sencillo y lo encuentras en casi cualquier casa, el hielo.
Quizás ya hayas experimentado con el uso del hielo durante el sexo, sin embargo ¿lo has hecho bien? Aquí te pondré algunos consejos y puntos a considerar para usar un hielo de manera adecuada durante el sexo.
Si ya te decidiste a usar el hielo, déjame decirte que no es tan sencillo como tan sólo empezar a colocarlo sobre tu pareja, o como en las películas que hacen un trazo sobre la piel como si quisieran marcar un camino, digo, eso ésta bien, pero antes de siquiera tocar la piel de tu pareja debes de saber el momento adecuado para hacerlo.
La razón por la que hablo del momento es que si tu pareja no está lo suficientemente excitada, un hielo no servirá para excitarla, al contrario será todo lo opuesto. La sensación de frío sobre la piel puede ser sumamente agradable si tu pareja se encuentra lo suficientemente caliente, es decir, hay un contraste de temperaturas. Por el contrario, si están comenzando el hielo sobre la piel lo único que hará es que le de frío y quiera vestirse.
Entonces primera cosa a recordar, usa el hielo únicamente cuando tu pareja ya esté bastante excitada.
¿Sabías que existen quemaduras por frío? Quizás un hielo no pueda generar una quemadura sobre la piel, pero esto no le quita la sensación no agradable de tener un hielo mucho tiempo, por lo que si tu pareja es sumamente sensible a las temperaturas un hielo directo sobre su piel quizás no sea la mejor opción para ella. No te desanimes, aún puedes jugar con él.
Si recuerdas tus fantásticas clases de física de la preparatoria, recordarás que existe la transferencia de calor entre cuerpos, o tu cuerpo y el hielo. Usa esto a tu favor y para hacerlo tienes dos opciones.
Si el frío directo del hielo sobre tu pareja es desagradable, entonces sostén el hielo en tu mano por un tiempo considerable y deja que tu mano se enfríe, una vez hecho esto, entonces comienza a acariciar a tu pareja. Si te encuentras masturbándola, entonces tan sólo deja enfriar un dedo y después coloca este sobre el clítoris.
La segunda opción que tienes es que el hielo se comience a derretir. Las gotas del hielo no serán igual de frías que el mismo hielo sin embargo crearán el mismo efecto de contraste de temperaturas. La ventaja de las gotas es que tu pareja puede ver como están a punto de caer, lo que le generará una emoción previa. Intenta dejar unas gotas directamente sobre los pezones, o sobre el clítoris para después ser todo un caballero y ayudarla a limpiarlas con tu boca.
Por último, otra opción que tienes para usar un hielo y que por general se pasa por alto o nos olvidamos de usarla es colocar un pedazo pequeño de hielo en tu boca, Tiene que ser pequeño para que te permita tener movimientos y que el frío que genere no te incomode. Una vez con el hielo en tu boca entonces puedes empezar a besar todo el cuerpo de tu pareja para luego terminar con un sexo oral increíble.
Como vez algo tan sencillo como un hielo puede transformar una noche de sexo tradicional en algo totalmente diferente. Aquí te acabamos de poner varias opciones para usar un hielo, si se te ocurre otra, compártela con nosotros en los comentarios o en nuestra página de Facebook.