Desgraciadamente la mayoría de las personas tienen una falsa idea en donde creen que el orgasmo es el fin último del sexo. Debido a la mínima educación sexual que reciben de jóvenes, donde únicamente se les enseña que el sexo es para reproducirse, descubren por cuenta propia que a través de la masturbación o durante el sexo pueden tener una sensación placentera llamada orgasmo.
Con esta idea en mente crecen su juventud y adolescencia buscando obtener esa sensación de diferentes maneras.
Cuando por fin llegan a una relación e intentan compartir momentos íntimos con su pareja durante el sexo, no pueden debido a que buscan a toda costa y en todo acto sexual llegar al orgasmo o intentar que su pareja llegue.
Es cierto que el orgasmo es una sensación sumamente placentera, benéfica para el ser humano en muchos sentidos pero en la relación sexual hay mucho más que esto.
El sexo es una forma de intimidad con la otra persona, es una manera de conocer a tu pareja en un nivel más profundo.
Este acto conlleva una variedad de acciones destinadas a un fin único de vinculación y afecto, las caricias, besos, abrazos, mordidas, rasguños y cualquier otra acción que se realice durante el acto sexual además de brindar placer, se busca formar vínculos de afecto y conocimiento con la otra persona.
Algunas personas tienen relaciones sexuales únicamente con el fin de obtener el orgasmo, si buscar un vinculo o acercamiento hacia la otra persona, lo único que esto genera con el tiempo es un sentimiento de vacío y soledad.
Debemos aprender y enseñarles sobre todo a los jóvenes que el sexo no es únicamente para obtener orgasmos y sentir una liberación de energía, es mucho más que esto, es una generación de vínculos, una intimidad con la otra persona a otro nivel y sobretodo una forma de recordarnos a nosotros mismos que somos humanos y que somos seres que sienten afecto, cariño y emociones.
Quizás esto sonará un poco romántico, pero es la verdad, a comparación de los animales el ser humano es el único ser que tiene sexo no solamente para reproducirse, si no para conectarse en sociedad.
Una vez que entiendes que el orgasmo no lo es todo te vas a permitir sentir nuevas emociones con tu pareja, te tomarás ese tiempo para identificar cada sensación que recorre tu cuerpo cuando tu pareja te toca y sobretodo, empezarás a otorgarle a tu pareja esos momentos de intimidad que se necesitan.
Pero, lo principal es que no convertirás cada momento que tengan sexo en una carrera por el orgasmo.
Empieza a sentir el orgasmo como un beneficio extra de la relación sexual, pero no como un fin último.
Debes de sentir y apreciar el camino que te lleva al orgasmo, y una vez que lo hagas, cuando llegues al final tus orgasmos serán mucho más potentes e intensos de lo que te podrías imaginar.
